En este rincón del mundo, la primavera asoma en el calendario en septiembre, pero empieza a lucirse con su aroma y su color en octubre. Por eso, para mí, la primavera es de mi madre.
La primavera de mi madre son orquídeas en la ventana,
son sus cactus atemporales bajo el sol
y seis flores en una vieja tetera oxidada.
La primavera de mi madre somos sus hijos desde lejos,
son los mates de té que conserva de su madre,
son lo nuevo y lo añejo.
La primavera de mi madre es la brisa en sus blancos cabellos,
sus nietos que sonríen entre sueños,
una canción, una foto, y estos versos.
Magalí Frutis
No hay comentarios.:
Publicar un comentario