martes, 25 de octubre de 2016

viernes, 21 de octubre de 2016

#EnBreve: Asombroso

                    Sección:     
                #EnBreve

Para todos esos pensamientos, frases, ideas y ¿por qué no? micro relatos.
Y para empezar con todo, les dejo "Asombroso".


lunes, 17 de octubre de 2016

Primavera de mi madre

El tercer domingo de octubre, en Argentina, es el día de la madre, pero como buenos argentinos que somos para nosotros todo octubre es el mes de las madres.
En este rincón del mundo, la primavera asoma en el calendario en septiembre, pero empieza a lucirse con su aroma y su color en octubre. Por eso, para mí, la primavera es de mi madre.


La primavera de mi madre son orquídeas en la ventana,
son sus cactus atemporales bajo el sol
y seis flores en una vieja tetera oxidada.
La primavera de mi madre somos sus hijos desde lejos,
son los mates de té que conserva de su madre,
son lo nuevo y lo añejo.
La primavera de mi madre es la brisa en sus blancos cabellos,
sus nietos que sonríen entre sueños,
una canción, una foto, y estos versos.

Magalí Frutis

lunes, 10 de octubre de 2016

Raíces

En un mundo ajetreado en el que la búsqueda constante de un lugar a donde ir lleva a veces a que olvidemos preguntarnos de dónde venimos, les traigo: RAICES.

Me faltó madera de poeta.
Me desprendí de un árbol de las ciencias, no como fruto maduro, sino como hoja muerta que cae con el cambio de estación.
El rojizo tinte de mi piel escrita se llenó de ensueños en la marea seca de hojas que bailan al compás de una brisa fresca que despeja las mentes más inquietas.
Floté en el aire de un otoño generacional que me dejó en la mente algunos números, en la lengua algunas palabras de otro idioma y en la sangre, de colores, el vació que estalla y se hace estrellas cuando el espacio se inunda de música con toda su belleza.
En la retina conservo imágenes perfectas como si fuese una vieja película en una cinta sin editar. Con algunos colores desteñidos, pero que puedo volver a mirar.
En mi olfato el mundo tiene el aroma de los colores, del aire y del agua que corre.
Despego del árbol y me pierdo en el viento, bailo dormida sin pausa ni tiempos.
Escribo en el aire versos, y siento que en toda su incoherencia yo los entiendo.
Me abrazo al abismo mientras me entrego a la vida que me lleva, que me arrastra, que me comprime y me expande y se hace infinita.
Y es que el otoño de la vida no es muerte, es el aire en el rostro de las mañanas frescas que acaricia, es tu madre llamando a una mesa servida, es el aroma a café de la tardecita y el beso de tu padre en la mejilla.
Algunos que somos hojas despegamos en otoño, otros son frutos y maduran para caer en primavera. Pero ni las hojas que bailan al compás de la brisa, ni el fruto que se presenta en la tierra con sus diferentes matices, se atreven jamás, en su vuelo o en su aplomo, a caer lejos del árbol, de sus raíces.

Magalí Frutis

miércoles, 5 de octubre de 2016

Yo no leo

Este es un poema muy especial para mí.
Si bien no lo es por haber sido el primero que escribí, sí fue el primero que, de alguna manera u otra, recorrió otros lugares.
Siempre escribí para mí, la primera vez que me acerqué a compartir fue con un grupo en Facebook del que formé parte desde sus inicios llamado Autores Colectivos. En 2013 ocurrió que compartí con ellos este poema, y por algún impulso que ya no recuerdo, lo compartí en el grupo El Club de los Libros Perdidos, de donde su administrador lo tomó y compartió en su página que lleva el mismo nombre.
Por esas cosas de la vida y de la locura,  este poema se fue esparciendo por Facebook pero ya no con mi nombre sino con múltiples "autores", estuvo quien lo publicó como anónimo (eso es comprensible, después de todo mi nombre era demasiado volátil), quien le puso su propio nombre (esa es un virtud fantástica de las redes sociales) y finalmente alguien (que sólo por curiosidad me encantaría conocer) que de un modo poco iluminado se arrojó al abismo atribuyéndoselo (no sólo errónea sino trágicamente) a Sor Juana Inés de la Cruz.
Es así como semejante nombre se acopló a este humilde poema. Sin duda los conocedores de sus obras habrán notado que algo fallaba en eso, pero de todos modos sucedió. Y sin darme cuenta empecé a hallarlo en Twitter, Instagram, Pinterest y otras redes sociales bajo dicha firma. Por supuesto en blogs y otros rincones. Por cortesía y mi instinto inevitable de hacer honor a la verdad fui comunicándolo a quienes pude, de donde obtuve fantásticas respuestas y algunos incrédulos, por supuesto.
Se podría decir que este poema me permitió no sólo contar por qué no leo, sino conocer personas interesantes de muchos lugares tan lejanos a mi casa.
Es por eso que no podría comenzar mi blog si no a través de él, está escrito con la misma fuente con la que lo publiqué la primera vez, y está montado sobre la fotografía de mi cuaderno donde escribo mi verdadero #ProyectoPiezas, ese que escribo a mano. 
Espero les guste y por supuesto, bienvenido todo comentario.

                                                           Magalí Frutis